La señorita Estrella Fugaz de Belén está que trina con las últimas noticias que han llegado a su apartado puesto de trabajo. Todo partió de la conversación que oyó a media voz la noche anterior entre doña Vaca y el señor Buey de que se veían abocados al paro después de las últimas noticias que habían llegado desde donde estaba el Mas Mandamás de todos los Mandameses sobre su no existencia.
Y es que como dice ella, está hasta las tetas de tanta injusticia. Bueno, o hasta la mitad de su estela, da lo mismo. Más de dos mil años de trabajar en precario para esto. Apenas unos días laborables al año sin llegar nunca a acumular los suficientes como para computar un paro digno, de posibilitarle una jubilación tranquila. Y ahora resulta que llega el Papa y ya no es una Estrella Fugaz con todas las de la ley, apenas si es poco más que una supernova, una explosión efímera en los confines de la estratósfera. Ella que desde su nacimiento se codeó con los mejores Reyes de Oriente, que hacía brillar las canas de la barba del Rey Melchor como una lluvia de hilos de la plata más pura o que sacaba destellos de oro de la melena de Gaspar o que hacía brillar los ojos de tigre de Baltasar sobre su tez de antracita o que sacaba visos de nácar de las nalgas desnudas del Niño.
Nunca se ha quejado de nada, a pesar de ser la gran olvidada del Belén. Primero noches y días cruzando desiertos para que la caravana real no se pierda, que van a hacer ellos pobrecitos sin un mal navegador incorporado a la grupa de sus camellos. Después aposentada sobre el establo, como reclamo para que acudan todos los pastores del contorno, cargados con regalos sin que para ella nunca hay nada. Ni un bote de abrillantador para dar más lustre a sus rayos, nada, ni una mala mirada. Y si un día se despista y baja la intensidad de su luz pronto tiene un angel a su costado recordándole que haga mejor su tarea.
Pero esto de ahora es la gota que colma su vaso de paciencia. y mira que es más hondo que el pozo donde trabaja la Samaritana. Se lo tiene bien pensado y en cuanto se acaba el trabajo eventual de este año y se pierda en el horizonte la última cola del último camello de la comitiva real, plegará su cola y cruzará presusora por encima del oceáno hasta llegar a Las Vegas donde le han prometido un contrato milonario para trabajar todo el año como reclamo del Hotel Caesar. Y el sueldo en dólares, nada que comparar con las cuatro piastras que cobra en la actualidad. Y en cuanto se encuentre bien aposentada hará traer consigo a doña Vaca y al Señor Buey para que rumien tranquilitos todo el año en un establo con aire acondicionado para que les sea más soportable el clima de Nevada. Y al Papa que le den.
1. Es de justicia aclarar que toda la idea de este cuento es de mi amigo Andrés al que recurrí en busca de ayuda, no teniendo ni idea de como afrontar el de este año. Y como siempre, acerté.
2. Como postre, el video del belén que montamos en casa cada año.
3 comentarios:
Muchas gracias por toda esa forma de enseñarnos tu arte y por la gran generosidad con los demás.
Un abrazo
te imaginas que se ponen de huelga todas las estrellas y nos dejan sin su compañía por las noches? Y que los meteoritos deciden hacer otras rutas y ya no vemos sus lluvias?
Joder! Es que no tenemos respecto por la estrellas naturales, y en cambio adoramos a las "celebrities" de este planeta.
me encanta Xavy porque cuando leo tus comentarios veo siempre que podria haber esctito una historia paralela...o dos...o tres....Gracias
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