martes, febrero 23, 2010

Una sonrisa, por favor, que es gratis


Se me hace muy cuesta arriba aceptar lo bordes que podemos ser en nuestra vida, comprobar como la amabilidad está al margen del día a día. Por eso, me cuesta entender lo poco considerada que puede ser una persona cuando nos encontramos frente a ella tras un periodo de tiempo más o menos largo sin habernos visto. Ni por asomo se me ocurre decirle a nadie que tiene mal aspecto, o que malas pintas lleva, ni nada por el estilo, por eso me saca de quicio ese afán que se tiene habitualmente de resaltar cualquier fallo que vemos en el otro.
Nunca podré olvidar un encuentro casual hace unos años en una de esas fiestas familiares tan entrañables. Ante mí está el pariente de un amigo que, nada más verme y mientras repiquetea con su dedo índice en mi tripa, me suelta:
" Que viejo, que gordo y que calvo estás ", así, sin un respiro, todo seguido, tal vez sin unos " buenos días " previos. Y uno que es más prudente se calla las ganas de decirle que él está bastante más viejo que yo, que su cabeza está más monda que una bombilla y que tiene cara de gusano estreñido. Pero prevalecen las buenas formas y uno sale del paso como puede sin hacer lo que pide el cuerpo, esto es, ser lo más grosero posible.
Ese afán de recordarnos que estamos cada vez más estropeados. Coño. Eso ya lo sé, porque me veo en el espejo cada día y los huesos se encargan de mantenérmelo presente, diciéndome que están ahí, pero no creo que sea tan difícil ser un poco amables y decirle a una amiga que se ha gastado tiempo y dinero en la peluqeria, que está muy bien aunque uno piense que ese tinte le sienta como un tiro, porque ella ha hecho ese esfuerzo por agradarse a sí misma y a los demás. O para engañarse. Da igual.
Pues eso, amabilidad poca y efímera....

5 comentarios:

redondeado dijo...

En situaciones como esta, no estaría mal que de verdad existiese El Tío La Vara.

cal_2 dijo...

Redondeado, amigo, explicame lo del Tio la Vara, por favor

redondeado dijo...

Carlos, el Tio La Vara es un personaje chorra creado por José Mota (el que antes era una de las mitades del dúo humorístico "Cruz y Raya" y ahora tiene un programa propio en TVE).

El Tío La Vara es una especie de superhéroe que aparece ante la llamada de auxilio de gente que, como tú en esta ocasión, se ve acosado por los tontos del mundo. Y cuando llega, al grito de "Sus vía crujir viiivos", se lía a varazos de fresno con los costillares de los tontos, para que no vuelvan a caer en sus estúpidas observaciones.

Puedes ver algún vídeo del personaje buscando en google o en youtube. Después de unos cuantos, cansa y se hace repetitivo, pero ya darían ganas muchas veces de sacudirle a alguien así con una vara de fresno.

Que conste que no soy muy aficionado a este programa de TV, pero me pareció que venía al pelo.

cal_2 dijo...

pues gracias por tu informacion. Te hare caso y vere algo. Y tal vez sea cosa de agenciarse una vara de esas para ablandar mas de una mollera. Un abrazo

cal_2 dijo...

pues gracias por tu informacion. Te hare caso y vere algo. Y tal vez sea cosa de agenciarse una vara de esas para ablandar mas de una mollera. Un abrazo