Por primera vez desde hace 18 años, no me encuentro con ganas ni animo de escribir mi cuento de Navidad. Y lo siento enormemente pero no veo motivos para escribir algo festivo, con la que está cayendo sobre nuestras espaldas. En un mundo donde impera el odio y la mentira, donde los más zafios y sin sentimientos se convierten en figuras a imitar, en este mundo donde hay personas que dicen que descendemos de la primera pareja que vivió en el paraíso y que los que pensamos que lo hacemos de un mono, por nuestro mal creer, debemos de caer en brazos de la Santa Inquisición, no tiene lugar la risa.
Una digresión chusca: Si es verdad que descendemos de la primera pareja, ¿ alguien se ha parado a pensar en que si es cierto que Adán y Eva tuvieron tres hijos varones, de donde sale la segunda mujer ?, ¿ tal vez de incesto entre Eva y uno de sus tres hijos ?.
Pero lo más importante es que en la actualidad Palestina está destrozada y sus habitantes masacrados, así ¿ que escenario voy a plantear para escribir mi cuento ? Mientras todos los demás miramos hacia otro lado o nos complacemos aplaudiendo a Trump y demás energúmenos, el único lugar que se me ocurre es el de la huida a Egipto... y todo, porque todavía no funcionan los viajes a la Luna.
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