jueves, abril 23, 2020

No todo es fotografía en Instagram




Cuando abrí una cuenta en Instagram fue con idea de que se trataba de un espacio en el que compartir fotografías, donde yo podría presumir un tanto de las mías, al tiempo que tenía acceso a los archivos de otras personas con imágenes de sus viajes, retratos, etc. Pero pronto comprendí que era algo muy distinto, que por una persona verdaderamente aficionada a la fotografía que me saludaba, me encontraba con montones de otras que tenían cualquier propósito menos ese.
Así que voy a contar alguna de las experiencias que he tenido a lo largo de este tiempo y el modo en que se han producido los contactos..






En primer lugar está aquella persona que suele presentarse como miembro del ejército o de la marina estadounidense y que casi siempre pertenece a los servicios de pacificación en el convulso Afganistán o que navega por el lejano Indico. En su perfil abundan las fotos en las que está montado en tremebundas maquinarias de guerra junto a otras en las que se ve al supuesto sujeto en uniforme y cargado de medallas.

El diálogo sigue siempre el mismo derrotero. Tras interesarse sobre mi estado ( familia, trabajo, capacidad financiera ) y explicarme los peligros en los que está inmerso y lo bueno que es ayudando a los pobres del Tercer mundo, pasa al meollo del tema: resulta que está divorciado y mientras el combate por la paz mundial , su hija adolescente se debate entre la vida y la muerte en un hospital norteamericano abandonada de todos y si no le mando yo una ayuda urgente, los malvados médicos la dejarán morir pues su pobre padre no tiene ninguna posibilidad de ese dinero que permita su curación, al estar en tan apartados lugares.

Otro caso es el del príncipe de un emirato árabe. Se presenta con todo el nombre y sus títulos explicando que, aunque es de tan alto rango, no le importa hablar conmigo. Su perfil también tiene una serie de fotografías del supuesto personaje montado a caballo o en los salones de su palacio con todo el esplendor oriental  y después de la misma encuesta para enterarse de mis posibles económicos, me explica que es un filántropo del carajo y que va a montar un orfelinato en España para el cual no duda que no hay persona más indicada que yo para ponerlo en marcha. Después de explicarle que no tengo ni pajolera idea del tema y que no me interesa tal cometido por sentirme incapaz de gestionarlo, me dice que no hay problema, que entonces me dará un número de una cuenta en un banco americano para que yo ingrese la que desea un generosa ayuda...

Después están las mujeres jóvenes y ardientes a las que la vista de mis fotografías se les ha despertado una pasión volcánica. Un grupo de ellas tienen unos pechos y unos culos descomunales, inverosímiles, otras se retratan como tiernas madres solteras con su retoño en brazo buscando un buen hombre con el que rehacer su vida, mientras otro grupo son mujeres soldado que buscan una relacion a distancia...y a veces, en un mismo perfil, combinan culo inmenso con maternidad abnegada y servicio de armas.

Está también el mexicano jovencito y simpático que, tras alabar mi gran categoría como fotógrafo, sin perder más el tiempo pasa a explicarme que es un pobre huerfanito que lucha por su sustento y que espera de mi generosidad le envíe un Iphone pro max...y ya podéis imaginar mi respuesta. Pero, inaccesible al desaliento, en días posteriores me pide le envíe cantidades variables de pesos mexicanos.

Otro grupo lo forman los " illuminati " que, en su perfil, alternan fotografías con cantidades enormes de fajos de dólares con otras en las que aparecen los sujetos vestidos con toda la parafernalia masónica. Estos no se andan con rodeos y, tras interesarse directamente por mi economía,  me ofrecen riquezas inmensas si entro en el mundo del bitcoin.

Por ultimo voy a referirme al más reciente. Se me presenta como el príncipe Hamdan bin Mohammed bin Rashin, ministro de finanzas de Dubai, encargado de no se que funciones y heredero al trono. Pero, como no se da un pijo de importancia, se digna hablar conmigo y me explica que está buscando alguien que le quiera por lo que es y no por sus riquezas y que, al parecer, yo cumplo todas sus expectativas. Cuando le envío una captura de un periódico en el que se relata su reciente boda con una prima, me dice que se ha divorciado y que ya es libre. A este sujeto ya no le doy tiempo a pedirme nada y procedo a bloquearlo directamente.

Y es lo que yo digo, esto me pasa por mi desbordante atractivo... ¿o será por otro motivo ?


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