domingo, marzo 10, 2013

MI PRIMER RECUERDO. ALGUNA VEZ TE CONTE QUE...V

Esta entrada es de octubre del 2005. Y como en muchas ocasiones, tiro del cajón de los recuerdos.

Muchas veces pienso en la primera cosa que se almacenó en mi memoria, al menos de punto de vista consciente, imagino que como le sucede a cualquier persona. Aunque aquello que consideramos el primer recuerdo de nuestra vida sea mezcla de una pequeña parte de realidad y otra basada en las historias que se cuentan en cada familia, cuando se reúnen alrededor de una mesa en cualquier celebración.



Pienso que tendría unos tres o cuatro años, a lo sumo. Por aquella época vivíamos en el segundo piso de una casa a las afueras de Lugo, al principio de la carretera que iba hacia el Matadero de Abella, en la que las viviendas crecían de modo desordenado robando poco a poco el hueco a las huertas.
Un día cualquiera mi hermano mayor se enteró de que había muerto el barbero del barrio, el cual vivía hasta entonces un par de casas más arriba de la nuestra. Y aprovechando que mis padres habían salido y me habían dejado a su cuidado, no se le ocurrió otra cosa que llevarme a ver el difunto.
Y esa es la imagen que no se me ha borrado jamás. El bueno del barbero vivía en el bajo de una casa y para acceder a la vivienda era preciso subir unos pocos peldaños de cemento. Junto a la puerta de entrada habían colocado una mesita cubierta con un paño bordado y un cristo encima. Al entrar en la casa se abría un pasillo oscuro que se perdía en las tinieblas. Al principio del pasillo y a la mano izquierda, había una pequeña alcoba también a oscuras, a pesar de ser por la mañana y en medio de ella estaba el muerto dentro de la caja. Vestido con traje oscuro, las manos sobre el regazo, le habían puesto un pañuelo blanco alrededor de la cabeza para cerrarle la boca, imagino. Pero mi mirada se clavó en los zapatos muy brillantes que llevaba, al estar a la altura de mis ojos. A su alrededor habían colocado muchas flores y unas velas que humeaban. Imagino el resto, gente entrando y saliendo para curiosear como nosotros dos, llantos de la familia.....




Cuando volvieron mis padres a casa nos encontraron a a mi hermano y a mi temblando de miedo en la cocina, mi hermano temiendo la bronca que se le avecinaba por ser el inductor de la expedición. Más de una vez se lo oí contar a mi madre : me pasé muchas noches sin dormir, llorando de miedo. Decía entre hipos de llanto: " babero feo, fores bonitas........ ".
Y con este recuerdo se entremezcla otro, también de la misma época. Cerca de casa, separadas ambas viviendas, por un campo donde crecían berzas y repollos, vivía una niña mayor que yo con la que iba a jugar. En su casa, tumbados sobre una vieja piel de cabra que tenía clavos oxidados en sus bordes, los dos jugábamos a los maridos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Va de suyo que me si por elegir va la cosa me quedo con el recuerdo de la niña y los juegos de los maridos.
Ja ja ja ja
Un abrazo

xaby dijo...

pues te acuerdas de mucho para ser tu primer recuerdo, claro que reforzado con las vivencias de los tuyos. Yo también me acuerdo de la primera vez que vi un muerto, tenía unos 7 años, ... qué miedo pasé después! Estuve noches recordando esa cara pálida y su pose en la caja ... pues la destaparon en el cementerio (qué coño haría yo allí!?).
Tu historia padres se ha quedado corta ... oooohhhh, venga cuéntanos un poco más, pido una ampliación, porfaaaaaa. Así sabremos cómo nació tu vocación de médico ;-)