lunes, octubre 22, 2012

POLONIA III. " PERO VALENTIN....."

A la mañana siguiente, tras desayunar, salimos temprano con dirección a POZNAN pues aunque no hay ni 200 km. de distancia entre ambas ciudades, el promedio es de unos 50 km. por hora y habíamos planeado un par de paradas en el camino.



Pero el navegador nos la jugó de nuevo y nos llevó por donde le pareció más correcto a través de carreteras secundarias y llegamos a esta ciudad a media mañana. La primera impresión que nos causó fue de caos total y aquí el navegador verdaderamente enloqueció pues toda la parte nueva está en obras y avanzar cien metros fue todo un triunfo.



Finalmente llegamos al hotel, aquí Paqui nos había buscado alojamiento en el Sheraton. En la recepción, como siempre, una total falta de amabilidad con el agravante de que hasta las dos de la tarde no nos permitían subir a la habitación, ni estaban dispuestos a guardarnos el equipaje. Así que vuelta a cargar todo en el coche y tomamos la opción de patear la ciudad. De nuevo nos metimos en el caos del tráfico y llegamos a la entrada de la Ciudad Vieja. Tras aparcar, una larga calle peatonal nos condujo la zona antigua.






Poco antes de llegar a la plaza del Mercado nos encontramos en una calleja estrecha con la imponente mole del colegio de los Jesuitas con la Iglesia de san Estanislao, una verdader borrachera de gótico, con una fachada de estuco blanco y rosa que ocupaba practicamente toda la manzana. El interior es un delirio de columnas más falsas que judas ( Polonia fue un reino muy pobre y la piedra escaseaba, cuanto más el marmol ) con guirnaldas doradas, engelotes de culo gordo y toda la imageniría del barroco, un inmenso órgano y el imponente púlpito. Y personas de rodillas rezando o haciendo cola ante el confesonario...




Frente a esta iglesia está el antiguo colegio de los Jesuitas, con una precioso patio bordeado de arcadas y que ahora es academia de baile. En una plazuela cercana está el símbolo de la ciudad, dos cabras enfrentadas.




De pronto le suena el móvil a Félix:  " Pero Valentín, si estoy en el Bático ". Es el fontanero de su pueblo que le llamaba por algo del trabajo. Al pobre se le cayó la llave grifa del susto y oimos su chillido de dolor a través del teléfono. Pero eso si, al volver de vacaciones, todo Gomella se había enterado de que Félix había llegado tan lejos, aunque la mayoría no tuviese ni puñetera idea de donde estaba eso, pero seguro que muy lejos.



Llegamos a la plaza del Mercado. Es muy impactante con sus cuatro costados ocupados por la consabidas casas góticas, barrocas o renacencistas, reconstruidas de mil colores y formas. El centro lo ocupan una serie de casitas pequeñas cuyas fachadas ostentan dibujos modernos y a su lado está el ayuntamiento, la perla del renacimiento polaco según todas las gúias, pero cuya fachada con estucos parece de Exin castillos. A un lado la antigua picota y una hermosa fuente. El interior es más que prescindible, lo digo para que si alguno va, no pique.






Recorrimos toda la plaza, subimos hasta la cercana iglesia de los Franciscanos, un barroco mucho más pobre y pasamos ante la consabida estatua de san Juan Nepomuceno con su cabecita inclinada como mozuela pudorosa.



Y volvimos en busca del coche. A la salida de la ciudad vieja, en un inmenso centro comercial, nos resguardamos de la lluvia. Lo bueno de la globalización es que en todas partes hay un " Starbuk " café donde reponer fuerzas. Y los Zara, etc. de rigor para que parezca que no has salido de casa.











Llegamos al hotel y conseguimos habitación. Por la tarde vuelta a pelearse con el tráfico para buscar el barrio de Srodka, al otro lado del río Warta. En medio del río se encuentra la isla de la catedral. Es un enorme templo de granito con tres grandes naves góticas y rodeada de un par de edificios del mismo estilo.





La zona, al estar alejada del centro de la ciudad, da sensación de soledad. Continuamos el paseo hasta el cercano barrio de Srodka, casas viejas con un par de iglesias y aspecto de barrio de extrarradio. Seguimos el paseo hasta el cercano lago de Malta que se encuentra en el centro de un bosque y desde donde vimos atardecer.






Volvimos hacia la ciudad nueva en busca del restaurante. Frandes avenidas con enormes bloques de casas a los lados del más puro realismo soviético y edificios públicos inmensos como mausoleos. La dirección de El " Pod Pretetksem " que figura en la guía no tiene nada que ver con la realidad. Tan solo es orientativo porque llegas al sitio indicado y se trata de un enorme edificio público. Pero no hay obstáculo que arredre a nuestro guia. Felix con el libro en la mano consiguió desentrañar el lío y al final el local estaba en la calle trasera a la indicada, dentro de un patio que se abría a otro segundo y allí, al fondo, estaba el restaurante. Pero mereció la pena.
El local es un club de jazz frecuentado por nativos. Por eso se quedaron un tanto sorprendidos con tres turistas como nosotros. La cena muy sabrosa y la cerveza, más.




Y vuelta al hotel. Más caos de tráfico: calles cortadas, barreras por todas partes y demás. Después de casi media hora llegamos. Lo mejor de todo es que el hotel y el restaurante, en línea recta, no estarían a doscientos metros de distancia. Pero eso lo vimos al llegar.

Próximo capítulo: POLONIA. IV. EL PAIS DEL LADRILLO DE GALLETILLA

2 comentarios:

xaby dijo...

Entonces esta es la organización: Félix es el único que tiene clara su orientación, Osanxi clickeando compulsivamente y Alfonso poniendo orden. Es normal que eso hubiera que filmarlo, que por cierto, ese capítulo aun no ha salido relatado.

Es un diario de viajes, que no sé si día a día escribías algo, o si lo haces ahora en plan "rebember" entre las miles de fotos. El formato es divertido, por la cantidad de anécdotas que relatas, me gusta!

cal_2 dijo...

Felix lleva el coche y el plano. Mi menda prepara todas las etapas y los lugares a visitar, previo a cliquear compulsivamente. Alfonso hace fotos y participa en poco. Tome notas muy someras de cada sitio y despues lo desarrollo. Y de acuerdo al texto añado las fotos que creo pertinentes. Un abrazo