Ideas para paliar la crisis

He aquí una serie de medidas que pienso puedan ser útiles para disminuir el tan temido y odiado gasto sanitario y que brindo a la mente preclara de nuestro querido colega el Dr. Rosado, cuya mano firme conduce la nave de nuestra sanidad hacia el más negro de los destinos. Todo sea bienvenido si con ello se consigue la anhelada privatización de todos los servicios que inmerecidamente disfrutamos en la actualidad y acabamos con este mermado estado de bienestar. Si tú, que te has perdido por este blog, tienes alguna idea más, te agradecería que la añades al listado.

A. A nivel hospitalario:
1. Se elaborarán turnos rotatorios con los familiares de aquellos pacientes ingresados en nuestros hospitales para que se hagan cargo de la limpieza de todos los departamentos y que, así mismo, participen de las tareas de cocina precisas para el personal que esté de guardia, o en las faenas de mantenimiento del edificio y la realización de obras menores, etc. De este modo se puede prescindir de las molestas subcontratas en limpieza,cocina y mantenimiento, cancelando todos los gastos derivados del personal hasta ahora empleado, así como de los productos necesarios para estos servicios.



2. La alimentación de los hospitalizados correrá por parte de los familiares que se encargarán de traerla de casa en recipientes estériles y térmicos durante cada turno de comida y que serán supervisados y catados por el personal sanitario de cada planta. Así mismo, aportará cada uno ropa de cama, pijamas y artículos de uso personal.
3. Siguiendo el ejemplo de la sanidad catalana que proyecta cobrar por el uso de sillón o cama de acompañante de todo paciente ingresado, pueden ser empleadas dichas plazas para ser ofertadas para personas transeúntes en páginas tales como el " atrápalo " o el " trivago " a precios competitivos con las plazas hoteleras, con el compromiso de que el que la contrate ha de atender al paciente durante la noche.
4. Se habilitarán máquinas dispensadoras de fármacos en cada planta hospitalaria en las que, a similar de aquellas de bebidas frías o calientes, se pueda comprar por módico precio, la medicación que precise cada paciente.
5. Dejar sólo los ascensores precisos para el uso de camillas y desplazamiento de bultos de gran tamaño, para que toda la gente emplee las escaleras, ejercicio donde los haya siempre beneficioso para la salud cardiovascular de la población.
6. Suplir los servicios de rayos X elementales por potentes focos con los que ver al trasluz a los pacientes delgados.



7. En el laboratorio se podrán ahorrar la mayoría de los costosos reactivos químicos empleados al ser realizadas estas determinaciones por personal adecuadamente entrenado en estos menesteres que puedan hacerlas a ojo o por cata directa, función que puede ser reservada para aquellos nuevos contratados con uno de esos salarios de de 400 euros con derecho a pernada y sin el menor derecho laboral, lo que permitirá hacer una ERE de todo el personal técnico empleado actualmente. Esto mismo puede hacerse con los servicios de análisis de biopsias y demás desechos.
8. Habilitar en cada control de enfermería un recipiente con sanguijuelas que se pueden usar para llevar a cabo las sangrías de los pacientes.
9. Modificar los servicios de transplantes utilizando piezas de repuesto de plástico u otros materiales económicos, a ser posible compradas en las tiendas de los " chinos ".



10. Nada de calefacción ni de aire acondicionado, con lo que evitan esos cambios bruscos de temperatura tan perjudiciales para nuestra salud. Mantas palentinas en invierno, botellas de agua caliente ( que han de traer los familiares de casa ) y abanicos en verano. Y en lugar de agua fresca con las comidas, botijos de barro llenos de agua del grifo puestos a refrescar en las ventanas.
11. En las habitaciones de pacientes terminales se puede instalar un sistema combinado de cama-crematorio que permita eliminar limpia y rápidamente los restos de los fallecidos.
12. En los quirófanos nada de anestésicos, con los que se ahorra en personal y en material farmaceútico. A cada paciente se le hace tomar un par de cartones de tinto Don Simón, que como en casos anteriores, habrán traído de su casa y a dormir como pajaricos. A lo sumo se les proporcionará un palo para que metan entre los dientes y aprieten, que dado como vienen las cosas hay que hacerse duros.



B. A nivel de la medicina primaria, aparte de recurrir a alguno de los puntos anteriores, también podemos recomendar:
1. Que cada paciente venga provisto de cuchara en el caso de los adultos o de cucharilla en la de los niños para poder visualizar la garganta, evitando el despilfarro en depresores.
2. La reutilización de productos de un solo uso debería no ponerla yo aquí por habérsela ocurrido ya a nuestras mentes directivas.
3. Retirar de la prestación sanitaria todo producto barato y eficaz, primando en su lugar el empleo de aquellos que, cuanto más caros e ineficaces, nos impongan los laboratorios farmacéuticos.
4. Contratar equipos de santeros procedentes del Africa Subsahariana o de Sudamérica, siempre mucho más económicos y de formación mucho más barata, que realicen sanaciones de pacientes en grupos por imposición de manos o sortilegios pertinentes. También es posible el empleo de personal sanitario que, previo cambio de su bata por un hábito adecuado y con la correspondiente escenogrfía que se deja a criterio de cada centro , económica por otra parte, pueda hacer tareas de curación rápida cual si fuese una imagen de culto, con lo que el ahorro en fármacos sería total.
5. Todos aquellos pacientes obesos que deseen adelgazar enviarlos en vuelos charter que pagarán de su bolsillo con destino de ida sin vuelta a el Cuerno de Africa u otro punto candente del Africa Subsahariana .



Esto solo es el principio. Después seguiremos con educación, servicios sociales, inmigrantes y todo aquello que se nos ocurra para lograr reducir el maldito gasto y contener el déficit. Todo, menos hacer cosas razonables.