lunes, mayo 09, 2011
La rosa Blanca
Cuando no era más que un capullo en el rosal se cuchicheaba con admiración y una pizca de envidia que La Rosa Blanca parecía estar destinada desde su nacimiento para las más altas empresas.
Tal vez sería capaz de desenredar la madeja de la personalidad humana en permanente ebullición y en continuo conflicto desde su aparición sobre la faz de la Tierra.
O bien que conseguiría ser el lider que aunase los distintos pueblos acabando con las guerras provocadas por las religiones sangrientamente enfrentadas entre sí o con el pillaje de los más ricos sobre los menos favorecidos, haciéndolos caminar en una misma dirección.
O tal vez podría convertirse en el solitario astrónomo que encontrase otras vidas más allá de los nebulosos confines de nuestro sistema.
O quizás llegaría a ser un artista famoso cuyas obras se expusiesen en los más afamados museos de todo el mundo y convertirse en la voz discordante que sacudiese tanta monotonía acomodaticia.
Pero con lo que no contaba La Rosa Blanca ni el coro de sus admiradores, es que la vida es lo suficientemente exigua para truncar tan bellos proyectos.
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1 comentario:
bueno bueno o te tiras un tiempo sin escribir o nos deleitas con dos seguido bonitas fotos si señor
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