sábado, noviembre 06, 2010

Once perros y algunos gatos. 1ª parte


No pretendo más que hacer un recordatorio más o menos breve de los animales que han compartido nuestra vida. Y lo haré en sucesivas tandas para no fatigar en demasía.

" LAGUN "
El primero perro que tuvimos en realidad no fué nuestro. Recién llegado a Burgos, cuando vivía como interno en la clínica de los frailes, apareció mi compañero una tarde con un cachorro de pastor que le habían regalado. Vivo, inquieto, enseguida nos encaprichamos de él y con ayuda del jardinero le preparamos un chamizo en el patio. Le pusimos de nombre " Lagun " en vasco. Todo fué fácil en principio, la comida la teníamos asegurada con las sobras de la cocina, los críos del jardinero se encargaban de jugar con él y podía correr libremente por el patio. Todas las noches, al terminar mi turno de guardia, le ponía la correa y salíamos a pasear por la Isla. Nunca pasaba nada, pero una noche se torcieron las cosas. Al pasar cerca de los juzgados nos cruzamos con un hombre y este comenzó a chillar, montándo un escándalo de mil demonios porque no había derecho a sacar perros a la calle, etc...Como iba sujeto no le hice caso y quedó tras de mí diciendo mil improperios. Casualmente al día siguiente estaba de guardia en el hospital y me llamaron a urgencias. En aquellos días, finales de los 70, había mucha lucha laboral y en una fábrica de sanitarios entró la policia, despejando a los obreros a golpe de botes de humo. Uno de ellos, medio ahogado, es el que me tocó atender en urgencias. Cuando se sintió mejor, tanto él como yo nos reconocimos. Era el peatón de la noche anterior y el pobre no sabía como pedir perdón. Nada, cosas que pasan.
Pero el perro duró poco. Las monjas comenzaron a quejarse de la presencia del perro, que daba mala imagen tenerlo suelto por el patio y que era un peligro. Lo típico de las mal folladas, que dice mi amiga Maribel. Tuvimos que desprendernos de él y durante muchos díasal terminar la faena, cuando me fijaba en su correa sobre el alfeizar de la ventana, me entraba mucha tristura.


" AMIGO "
El primer perro que fué realmente nuestro lo trajo un día Alfonso del Colegio donde trabajaba, al poco de irnos a vivir nuestra primera casa, en Fuentes Blancas. Lo habían encontrado los críos en el parque, por donde aparecío perdido un día y les servía como si fuese un juguete más. Mezcla de pastor alemán y mil leches, era un perro asustadizo que tenía miedo de todo y al que le parecía mentira haber encontrado un lugar donde le diesen de comer sin recibir palos a cambio. Poco a poco se fué haciendo a la casa pero solo había una cosa que seguía sacandolo de quicio. Cuando poníamos en el tocadiscos la cuarta sinfonía de Mahler, al sonar unos clarines muy agudos, el perro, se acercaba al altavoz, acercaba el oido como si quisiera oir mejor levantaba la cabeza lanzando un aullido lastimoso y prolongado como el de los coyotes de la pradera.


" BRONCAS "
Pronto le trajimos compañía " Amigo ". Josetxu, nuestro vecino y gran amigo, nos dijo que vendían una camada de coolies de raza y que podíamos comprar un cachorro cada uno. Eran una preciosidad y nos encaprichamos de un macho cada uno. Aún siendo de la misma camada, el suyo y el nuestro no tenían nada en común. El nombre de " Broncas " ya lo dice todo. Desde el primer momento fué un perro que iba por libre y al que no había manera de controlar porque siempre estaba enfadado, parecía un viejo cascarrabias que reufunfuñase siempre por todo. Una tarde pasó nuestro vecino muy contento para contarnos que, a base de ofrecerle uvas, había conseguido que su perro diese la pata y se tumbase panza arriba. Nos pusimos a la tarea con el nuestro, acabamos todas las uvas de la nevera, pero al llegar la noche seguía igual de desobediente.
Los dos perros hicieron buenas migas y en la época del celo llegaron a convertirse en auténticos expertos en la fuga, repareciendo al cabo de dos o tres días maltrechos y llenos de suciedad, despues de haberse divertido con las perras de los alrededores. Aprendieron a abrir la puerta del jardín para largarse, bajando el picaporte de un golpe seco. Se que se miraban uno al otro, como si tuviesen telepatía y los dos emprendian la huida juntos, escapándose por el mismo sitio. Para evitarlo, cerramos con llave la puerta del jardín, tapamos todos los huecos del seco por donde podían colarse y levantamos una alambrada para que no pudiesen saltar por encima. Todo inutil. Una tarde de junio, se miraron uno al otro y emprendieron la huida como cohetes por el único sitio que no habíamos controlado. Saltaron de nuestra casa a la de los vecinos, abrieron el picaporte de estos y desaparecieron. Nunca supimos de ellos. Recorrimos los alrededores, preguntamos en todas partes pero no hubo rastro de ellos. En aquellas fechas eran fiestas en Burgos y estab el Circo de Angel Cristo y la gente, por aquello de darnos ánimo, decían que cuando llega un circo a la ciudad, desaparecen perros y gallos callejeros para acabar en la jaula de los leones.
Durante mucho tiempo cada vez que veía un coolie por las calles, iba detrás de él diciendo " Broncas, broncas...." con la vana esperanza de que fuera él.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

bonito relato pero to no me acordaba de lagun esperare ansioso el relato de los demas

Embrujo mis palabras de loca dijo...

hola cal aqui me tienes creo que no estas de animo pero no importa yo sigo viniendo y si te dejo mi huella es pa que no creas que no aparezco porque tu no me la dejas en el mio, cuando hay personas que creo son autenticas con frescura en el contar cosas bonitas y tristes tambien bueno que yo estaré si no te seo molesta, las monjas me educaron son mas malas que un dolor al menos lo que yo recuerdo de ellas, no cumplen los mandamientos, ya ves os hicieron que el animal no estuviera alli, ellos no dan mala imagen la damos las personas, y de perder un perro eso duele telaaa tenia mi candy no tenia raza era un chucho con una cara preciosa y mucho pelo, un dia al volver del trabajo no estaba en casa se le habia escapao a la chavala que ayudaba en las tareas de casa, me tire 7 diassss hasta encontrarla con el coche iba por tooooo laos mis hijos llorando por candy y yooo vamos de velario y una tarde nos fuimos por la zona donde hay parcelas con huertos y alli la encontramos ateria de frio era blanca pero estaba mu sucia ella no sabia sobrevivir minaita de bichos en fin que contentos toss con un peso quitao de encima nos la llevamos a casa y la lavamos y la llevamos al veterinario en fin candy ya murio de viejecita por ella le puse a la que tengo candy es que su cara es igual que la de ella ahhhhhhhhh cuanto he escrito espero distraerte un ratitooooo
besitosssssssssss tossssss llenosssss de animooooooooo campeonnnnnnnn jajajajaa