miércoles, enero 22, 2014

Nada ha cambiado


Dedicado no, porque no se merece dedicatoria alguna. Pero subo esto al blog a raíz de las declaraciones que sobre los homosexuales ha hecho ese señor que el Papa ha nombrado cardenal y que confirman el aire de tolerancia y comprensión que viene desde el Vaticano. Nada sorprendente después de ver que Cañizares el de la luenga capa carmesí ha sido postulado para suceder a Rouco al frente del batallón. O después de leer las declaraciones de ese prelado canario que descarga la culpa de los curas pederastas en la actitud provocativa de nuestros tiernos infantes que hay que ver como se contonean y si pecan, no es por vicio, sino como consecuencia de la lascivia que derrochan los angelitos.





 " Se abre la puerta de la sacristía y el viejo sacerdote avanza renqueando hacia el altar mayor, la mirada humilde y gacha, pero no por modestia sino para poder ver mejor las redondeadas nalgas del diácono que le precede. Sus ojos llorosos le permiten entrever esa maravilla de la naturaleza que le recuerdan los mofletes de un querubín y de modo inconsciente da gracias al cielo por crear tal belleza. Se inclina ante el altar, mira las cuatro viejas desperdigadas por los primeros bancos, se fija en que las flores ya están algo lacias y comienza la misa con la rutina de alguien que lleva haciendo lo mismo desde hace cuarenta años. El diácono revolotea a su alrededor, mientras el cura no pierde ni un detalle de sus movimientos y lucha por concentrarse en los rezos. Durante la lectura un rayo de luz incide sobre sus bucles rubios y el cura se extasia como si tuviese ante sí al ángel de Tobias.





Lee el evangelio lentamente, paladeando las palabras con la vaga intención de que las viejas capten el mensaje. Inicia el sermón, hoy toca tronar contra la corrupción social, contra la ley de matrimonio entre hombres que va a llevar a la destrucción de la vieja sociedad española. Y el aborto. Matar almas inocentes y dejar que esos maricones adopten niños del Tercen Mundo para sus impúdicos propósitos. Cuidar niños desheredados para criarlos en la inmundicia. Y así minutos y minutos para convencer a las viejas de lo que ya están convencidas, de que la lacra deshumanizadora va a acabar con la sacrosanta sociedad. Santa Teresa, Isabel la Católica y hasta Indíbil y Mandonio alternan con Agustina de Aragón, mientras el cura está desando acabar para ver de nuevo al querubín que tiene a sus espaldas. Prosigue la misa, se levanta, se inclina, consagra, reza pero sus pensamientos siguen fijos en esas redondeces que le tienen obsesionado.







Tras la comunión, se sienta en su sitial y, a través de las manos entrelazadas no quita ojo de la divina visión, no puede dar gracias, tan solo sueña en ese cuerpo que llena toda su mente. Acaba la misa, regresan a la sacristía y el cura se va quitando el ropaje con ayuda del diácono, un roce al pasar, una mirada a ese bulto de los vaqueros, pasa la mano por los ojos, como para apartar una idea y vuelve cabeceando lentamente hacia la iglesia. Entra en el confesonario, enciende el pilotito para anunciar su presencia y se dispone a dormitar porque hoy no parece tener ninguna beata esperando. De pronto oye unas pisadas, un carraspeo ante el confesonario y el querubín se arrodilla ante él. "









Padre Raul, quiero confesarme ". Comienza el ritual. El cura enhebra preguntas con tono de inocencia para descubir el alma que tiene delante. " ¿ Que te preocupa ? ". Nota como duda, ver temblar sus manos y escucha unos balbuceos. " Padre, ayer en la piscina miré el cuerpo desnudo de mi amigo Rubén y tuve que taparme con la toalla para que no notase nada. Y por la noche...bueno, eso...." . " ¿ Eso, qué ?, ¿ que ha sucedido desgraciado ? ". Y comienza a tronar dando manotazos contra el travesaño del confesonario, zarandeando por los hombros al pobre niño, mientras barbotea amenazas sin fin y solo se calma al sentir que unas tristes gotitas mojan su entrepierna ".

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, un relato corto ¿de una historia real?

cal_2 dijo...

no es real, pero la realidad es mucho mas apabullante. Y llena de cinismo

redondeado dijo...

¡Sacrílego! ¿Cómo osas? ¿Cómo osas dejarnos así, sin contarnos el final? :)

En todos los pueblos se cuentan historias como estas y mucho más crudas. Después de todo, los religiosos son primero de todo personas con todas sus debilidades. Quizá algún día (aunque no creo que llegue a verlo) la gente acabe razonando que las religiones son innecesarias... Pero hoy en día tienen tanto poder, que lo veo difícil.

Me encantan tus trocitos de realidad.

cal_2 dijo...

redeondeado, intento dejar comentarios en tu blog pero debo de ser un cazo....no lo consigo
Un abrazo

redondeado dijo...

A ver, estoy probando a comentar sin estar "logado" en blogger.