miércoles, junio 29, 2011

El viejo cajón


No sabes bien porqué, pero hoy has sentido el impulso de abrir un cajón de la cómoda del que nunca te acuerdas y, en medio de otros objetos inútile que has guardado sin motivo, encuentras en su interior un manojo de viejas llaves, todas desparejadas y más o menos herrumbrosas, te asalta la curiosidad por saber que puerta o cerradura han podido abrir en un momento de tu vida. Tal vez sean de alguna maleta que ya has desechado por vieja y con la que has recorrido destinos perdidos en la memoria, o el candado de una verja oxidada de una casa en la que has vivido hace muchos años o tal vez de la puerta del jardín.
Pones todas las llaves sobre la mesa del cuarto de estar, las distribuyes por tamaños y las acomodas en grupos como si fuesen soldaditos de juguete. Por más vueltas que le des a la cabeza, no recuerdas que puedan abrir y las vuelves a echar todas en una bandejita para recorrer con esta carga todos los rincones de la vivienda con ánimo de ver si alguna de ellas es capaz de abrir alguna cerradura.



Pruebas con una, luego con otra pero ninguna de ellas consigue encajarse y hacer el giro que permita abrirla. Esta parece que sí, que da la vuelta en la cerradura del candado que cierra la salida en la verja trasera de tu casa y que permite salir al camino cubierto de zarzas que asciende hacia el monte. Vas al cuarto de las herramientas y vuelves con un spray de " tres en uno " y echas una rociada en el hueco, metes de nuevo la llave y parece que da un cuarto de vuelta pero no, se traba y no hay modo de que abra.
Este juego te entretiene toda la tarde. Pruebas una y otra puerta, bajas todas las maletas apiladas en el altillo del vestidor para intentar abrir una tras otra, pero ninguna llave logra hacer su función de abrir o cerrar ninguna cerradura, no consigue abrir la puerta de tu memoria para que puedas recordar nada. Sientes un poco de rabia y un mucho de tristeza y estás a punto de echar todas las llaves en la bolsa de la basura, pero controlas este deseo y vuelves a poner con cuidado las llaves en el cajón donde reposaban los últimos años. Tal vez puedan ser útiles algún día y abrir la puerta de tus recuerdos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ojala algun dia se te habra la puerta y sean los mas bonitos deseos

cal_2 dijo...

y tu que puedas compartirlo. Un abrazo