Miauuuuu........

Rufi reconoce que lo ha pasado mal hasta que ha aceptado que ser sorda tiene sus ventajas. Como por ejemplo ahora que está sentada en la terraza del chiringuito de la playa frente al mar. Es muy fácil darle al interruptor y nada, con un simple clic, se aisla del coro de gatas que maullan sus quejas y rencores alrededor suyo. Nunca ha sabido apreciar tanto el silencio como desde que descubrió que con un simple acto manual podía aisalarse de todo mientras ponía cara de atención, mirando a una y a otra parte, alternando los cabezazos de asentimiento con las sonrisas de complicidad, sin que ninguna de sus amigas pudiesen enterarse de que se había refugiado en su mundo de silencio.
 Bendito sonotone, piensa, tan discreto, tan mono y tan potente, así no se dan cuenta de que lo lleva puesto ninguna de estas brujas. Desde luego su marido, como siempre que se trata de algo para ella, le buscó el más caro de todos, pero no recuerda haber hecho un desembolso con tanta safisccación como en este caso.
Rufi pelea entre los sesenta y pico y los setenta y tantos, pero no hay forma de saber su edad a ciencia cierta, pues es un secreto mejor guardado que la clave de acceso al Banco de España y las malas lenguas dicen que no solo se ha retocado varias veces, sino que ha hecho pasar por quirófano a su marido para mantener la juventud imposible y hacer rabiar de envidia a los vecinos de la urbanización.
Y mientras coloca el borde de su pareo blanco sobre las rodillas, procurando que estas luzcan todo su bronceado, Rufi observa al coro de gatas que está sentada a su alrededor, satisfecha de como se ha vestido esta tarde, ya sabes arreglada pero informal con un trapito de lucchino y vittorio, ¿ o es de vittorio y lucchino ? y unas sandalias de Prada. Vamos que ella se siente toda una señora, aunque sea en pareo y no como todas estas que van con trapos del mercadillo de Carboneras, que ni a clientas de Zara llegan.
Harta de oir a sus amigas maullar quejas de sus maridos o de las suegras o de despellejar a esas zorronas que salen en la tele, Rufi cuelga en su cara la mejor de sus sonrisas, se atusa con la mano un mechón rebelde y pone gesto de atención global hacia todas sus amigas, pero como si fuese en especialmente dedicada a cada una de ellas y desconecta el sonotone.
" Que paz, que cansada estoy de aguantar memeces ", piensa en voz baja, a la vez que inicia la ronda de inspección.
" Sí, te creerás muy mona pero eres un adefesio, rica ", dice mirando en primer lugar hacia Lolines, " mucho presumir de pelo rubio natural, que no necesitas de tintes, pero todos sabemos que compras el agua oxigenada por litros y tienes la cara que da pena, con esos huecos del acné que parecen cráteres donde las moscas hacen slalom gigante y ese cuerpo de espátula que no se sabe si estás de frente o de perfil. Claro que lo metabolizas todo muy bien, dices, pero todos sabemos que después de comer te metes los dedos hasta el culo para vomitarlo todo. Anoréxica, que eres una anoréxica, por eso tienes el cuerpo tan seco, sin una mala grasa por ninguna parte. Seca de cuerpo y seca de espíritu, que no te comes un rosco ni regalado ".
" Y Soraya, que me vas a decir tu, que cuentas que te han puesto ese nombre porque tienes ojos verde esmeralda como la princesa triste. Más que verdes esmeralda, son verdes de culo de botella, que empinas el codo que no paras y te da igual beber una cosa u otra con tal de que lleve alcóhol, que hasta el de desinfectar las heridas te sirve. Presumes de que tienes el cuerpo sensual y lleno de curvas, sí curvas claro que tienes... y montes y hondonadas, que pareces un saco de patatas. Que te lo comes todo, bonita, da igual que esté en la estantería del super o que se mueva sobre dos piernas, con tal de que tenga algo que le cuelgue. Sensual, sensual, lo que eres es un putón desorejado...".
Sigue la ronda con Roxy que en ese momento enciende un pitillo con la colilla del otro. " Estarás contenta con las pintas que tienes, que te has puesto un pijama bombacho que te hace más culo que una empanada gallega y esas tetas que te cuelgan como melones fofos, tu dices porque hay que dar libertad al cuerpo. Lo que hay que dar es un poco más de estilo y de saber estar, que no recuerdas la última vez que usastes un champú para lavarte esos pelos, que tienen más grasa que una docena de churros recién salidos de la sartén. Por eso dicen que la ultima vez que follaste, tu Paco se quedó pegado del pringue que tenías ".
Vuelve la mirada a la última del grupo. Rufi se ha ganado fama de persona atenta entre sus amigas, porque sigue la conversación de todas y apenas si interviene en el zafarrancho en la que se enzarzan las demás. " Carmen, hija, mira que eres boba tu también, piensas que tu marido trabaja como un burro en la zapatería para tenerte como una reina y lo que hace es meterle mano en la trastienda a la chiquita que teneis como dependienta que como es menor de edad y ha venido de alguno de esos paises que antes eran " rojos " pasa con todo, pero cualquier día te dan un disgusto, que tu te has tragado que el otro día fueron a Valencia para elegir género. Genero, ya te digo, lo que fueron es a que esa rubita que parece buena abortase y tu marido tuvo que aflojar toda la mosca ".
Rufi siente que una mano se apoya con firmeza en su hombro, vuelve el rostro y se encuentra con su marido que la sonríe. Eugenio, sonrisa de portada de revista y bronceado glamouroso le hace un gesto con disimulo hacia su oreja, Rufi enciende el sonotone y oye retazos de la misma charla que dejó de oir antes de desconectarlo. Se levanta, lanza una sonrisa hacia todas y dice que su maridito la espera, que hoy cenan a bordo del yate de unos amigos. Se cuelga del brazo de Eugenio y a medida que se alejan, Rufi siente como los dardos envenedados de sus amigas la persiguen. " Que os den a todas ", piensa mientras canturrea entre dientes.