sábado, julio 07, 2012

las sombras

Para mi amigo " Pepito Grillo " por su interés en este blog y por transmitirme ánimo y aportarme ideas. Va por ti.





La verdad es que la vida de una sombra es bien sacrificada. Lo primero de todo, la necesidad de que haya luz para que podamos vivir. Me digo yo, ¿ donde coño se piensa la gente que nos metemos cuando están a oscuras ?. No vamos a estar durmiendo, una sombre no tiene sueño jamás, porque en el momento en que a la persona se le ocurra encender la luz en mitad de una noche de insomnio, ha de estar dispuesta a estar unida al cuerpo. Simplemente estamos en el no-estar.
Además siempre hemos de ir donde quieren los demás, donde nos manda colocar la luz. Digo yo  ¿ porque tenemos que ir delante de ti cuando se te ocurre caminar un atardecer con el sol de culo ?. ¿ Y si en ese momento nos hubiese gustado más ir a retaguardia?. Nada, a joderse y caminar delante, como si fuésemos abriendo camino. Somos tan insignificantes que nadie repara en nuestra presencia pero si un día nos declarásemos en huelga todas las sombras del mundo, a ver donde coño iban a tener una referencia las personas. Si llueve nos mojamos, si hay niebla nos difuminamos y siempre tenemos el mismo color, siempre vestidas de luto no se sabe bien a que es debido, tal vez por la vida tan perra y arrastrada que llevamos.
Una sombra vieja, muy vieja contaba el otro día que hace muchísimos años, en el principio de la vida,  las sombras íbamos a nuestro aire y que vestíamos de mil colores hasta que un día la jodida de Eva se puso lánguida para ofrecerle la manzana a Adán y digo yo ¿ no habrá otra fruta más insípada que la manzana ?. pero se ve que el hombre, impresionado por los pechos que balanceaba la mujer, mordió y tragó y con ello vino todo lo malo. El trabajo, el sufrimiento, la sombra negra, Rajoy y su prima de riesgo.....
Cuando uno nace automáticamente se le adjudica una sombra que irá creciendo cuando crezca él y que irá menguando cuando él merme. Pero cuando él muera la sombra no desaparecerá, simplemente se reenganchará en otro nacido y lo mismo te puede tocar ser sombra del emperador de Manchuria que acompañar a un paria que se baña en el Ganges o a una puta que hace su negocio en la carretera de La Marina.
Y lo peor de todo es sentirse ignorada. A ver ¿ alguna vez se te ha ocurrido preguntarle a tu sombra como se encuentra o si ha pasado mala noche o si le duelen los riñones ?. Pues eso pasa con nosotras las sombras, que somos menos que nada. Ni comemos, ni dormimos, ni cobramos pensión y lo mismo que se viene, desaparecemos...Pero ya lo he dicho antes, el dia que nos hartemos vais a ver lo que es vivir sin nosotras.

1 comentario:

pequeño dijo...

y digo yo