jueves, marzo 22, 2012

Pequeño, pequeño




Hermano pequeño, como lo prometido es deuda te ahí te mando esa empanada recién salida del horno y que te dedico con todo el afecto.


Erase que se era una panza redonda que con el tiempo se había hecho grande y y dura como un queso curado del páramo leonés.
Erase que se era un panza redonda que parecía tener vida propia y que se bamboleaba al caminar como la cabra de la legión en desfile procesional .
Erase que se era una panza redonda tan enorme que desde hacía muchos años cuando la nariz quería saludar al pene tenía que hacerlo por conexión inalámbrica.
Erase que se era una panza redonda tan perfecta que el capitán del navío en el que hacía el crucero la empleo como boya cuando falló la del barco.
Erase que se era una panza redonda tan atrayente que las palomas se posaban en ella a picotear creyéndose estar en la plaza del pueblo.
Erase que se era una panza redonda tan luminosa que cuando se paseaba en el mes de agosto por la playa hasta el sol se oscurecía.
Erase que se era una panza redonda tan circular que se dijese arena de plaza de toros en plena feria de San pedro Regalado.
Erase que se era un panza redonda tan prominente que parecía torre barbacana del castillo de Peñafiel.
Erase que se era una panza redonda tan relajante que hasta el pobre de Buda derramaba lágrimas de envidia que, cual perlas, rodaban hasta las riberas del Ganges.
Erase que se era una panza tan deportiva que en verano, cuando tomaba el sol en la playa, las moscas esperaban turno para practicar slalom gigante.
Erase que se era una panza redonda tan esférica que más que curva de la felicidad semejaba globo terráqueo.



Pero, a pesar de su tamaño, la panza no era ni la décima parte de grande que tu corazón

2 comentarios:

pequeño dijo...

Gracias hermanillo

cal_2 dijo...

te queremos mucho, so jodio