domingo, diciembre 26, 2010

La mancha


Un día te despiertas con una nueva sensación. Vaya, como me duele esta pierna, jodidos huesos, piensas. No, no son los huesos, ¿ que me ha salido aquí?. Una mancha grisácea de apenas un centímetro cuadrado te mira con sorna desde el tobillo. Bueno, no será nada, siempre andas con la piel igual. Un poco de crema y ya está.
No, no está. La mancha sigue ahí y parece que va creciendo un poco. Sigues dando crema y mirándola de vez en cuando. Ahora parece que está algo más pequeña, tal vez la superficie es más clara. Pero no, hoy está más grande y ha oscurecido. Encima pica y si aprietas sobre ella, duele. ¿ Que será esta maldita mancha ?.
Pasan los días y la señal sigue en su sitio desafiendo a todas las capas de cremas que le pongas encima. Pruebas con una pomada, después con otra y así van sucediendose los dias, pero ni mejora el aspecto ni desaparece. Hoy te duele mucho el tobillo. Y es de la pierna del mismo lado. Podía ser de la otra, pero no, duele debajo de la mancha y el dolor parece culebrear pierna arriba. También te duelen los huesos del otro lado, pero a eso no le haces ni caso. Pisas primero con el pié hacía dentro, luego hacia fuera, te pones de puntillas y el malestar no parece cambiar.
Esto no mejora y ya son casi dos meses que la mancha forma parte de tí. La has mirado de todos los modos posibles, a la luz de la lámpara, con una linterna, al aire libre, con gafas de aumento, frente al espejo del armario... solo te falta hacer el pino para contemplarla pero el cuerpo no está para tales florituras.



Internet. Se te olvidaba el Gooogle. Entras y comienzas a teclear páginas que crees que puedan orientarte. Como es comprensible solo buscas aquellas que hablan de las peores enfermedades, para que andarse con chiquitas. El acabose. Ves fotos y más fotos de diversas lesiones y las comparas con la tuya. Sí, seguro que es esta. No, tal vez se parezca a esta otra. Mierda, si es clavadita a este melanoma galopante....
No duermes bien y si te despiertas a medianoche vas al cuarto de baño a ver si la mancha ha cambiado durante el sueño. Así, con la luz artificial incluso la ves más violácea. Y se te ocurre palpar. Mierda, si debajo de la mancha hay un bultito. Y otro más arriba. Y otro. Así hasta llegar a la rodilla. Enttonces te cagas literalmente. Seguro que son metástasis.
A la mañana siguiente te armas de valor. LLamas a la consulta del dermatólogo que te ha recomendado un amigo y pides cita. Dentro de cuatro días te recibe. Ahora se añade un doble miedo: el derivado de la espera y otro peor, que el médico confirme tus temores. Mierda, esos cuatro días se hacen eternos. La noche previa duermes mal, te despiertas varias veces y le das vueltas y más vueltas a la cabeza, poniéndote siempre en lo peor.
La sala de espera te parece tétrica, la enfermera que te recibe diriase que es la madrasta de Blancanieves. Te dice con aire desabrido que esperes tu turno. Pasa el tiempo y no te llaman. En realidad han sido cinco minutos pero no ves el momento en que se abra la puerta y te nombren. Al fin. Entras en la consulta, te atiende una doctora toda amabilidad y de un plumazo te quita todos los miedos. Esa mancha no tiene importancia, te tranquiliza mientras la mira con atención. Te pones esto, tomas esto otro y ya está. No sabes como darle las gracias y sales de su consulta con una mezcla de alegria y de verguenza por haberte puesto tan gilipollas. Al pasar por delante de la enfermera te das cuenta de tu error, no es la madrastra sino la propia Blancanieves que te sonrie detrás de la mesita de recepción. Ya en el ascensor vas soltando presión y sientes como las piernas te flaquean con el nerviosismo y no sabes como expresar tu alivio.
Te han dado una prórroga. Todos los miedos se esfuman como el agua por el agujero del fragadero. Llegas a casa tan contento. Te desnudas para ponerte el pijama. ¿ Que es esto ?. Un lunar del tamaño de un grano de arroz, que esta mañana no estaba ahi, te mira con insolencia al lado del pezón derecho.
Vuelta a empezar.....

3 comentarios:

Anónimo dijo...

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Rubentxo dijo...

Bufff... Para un hipocondríaco como yo no es muy recomendable leer relatos de este tipo. Al acabar, me he hecho una inspección a fondo.
Muy bueno.
Saludos!!!

cal_2 dijo...

SIGO TU BLOG A MENUDO PERO NUNCA VEO ENTRADAS NUEVAS....¿ O ES QUE TIENES OTROS ?. uN ABRAZO